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Evangelista y autor de los Hechos de los Apóstoles y discípulo de Pablo. Era gentil de nacimiento (Col. 4.11), sirio según S. Jerónimo, médico de profesión (Col 4.14), helenista en idioma y, por lo tanto, ajeno al hebreo de los demás apóstoles. Vinculado a todo lo referente a cristianos venidos de la gentilidad.
Se unió a Pablo en el segundo viaje y se convirtió más tarde en el relator de sus itinerarios apostólicos (los tres viajes), según constan en los Hechos de los Apóstoles. El texto junto el Evangelio (tal vez una unidad desglosada en dos a comienzos del siglo II), le acreditaron como historiador fiel, original, y muy vinculado con S. Pablo, a juzgar por su terminología y su pensamiento peculiar.
Su intención fue precisar lo que otros muchos habían comenzado a relatar, las cosas que "desde el principio sucedieron entre nosotros" (Luc. 1.1).
Su escrito denota una persona de cultura y un cristiano de la primera hora, pero ajeno al grupo de los seguidores que conocieron a Jesús y no judío de raza. Su estilo vital, su claridad narrativa y su coherencia convierten a su Evangelio en el más "histórico". Es el evangelista que más resalta los hechos misericordiosos del Señor. Se construye con el conocimiento de los otros dos "sinópticos" y deja, al igual que hace en los Hechos, en buen lugar a todos los protagonistas de los hechos que son gentiles (soldados, samaritanos, paganos).
Muy probablemente el Evangelio se escribe hacia el año 80, en algún lugar alejado de Palestina (en Siria o en Roma). (Ver Evangélicas, catequesis 2)
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